Nació en el siglo XIX, como resultado de la unión de dos museos: el de la Comisión de Monumentos y el de la Sociedad Arqueológica Tarraconense. Ubicado en la céntrica plaza del Rei, contiene una valiosísima colección de restos romanos, entre los cuales destacan fragmentos arquitectónicos, esculturas, inscripciones, mosaicos, cerámicas, etc., procedentes de la propia Tarragona y alrededores. En el subterráneo se puede contemplar también un lienzo de muralla romana.