Antigua iglesia de las monjas de la Congregación de Jesús-María, anexa a su escuela. Tarragona tiene el privilegio de haber sido la primera ciudad donde la Virgen María recibió culto bajo la nueva advocación (1857, Issodoun, Francia) de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y a la vez, de disfrutar de las únicas obras documentadas de Antoni Gaudí que se conservan en las comarcas tarraconenses: el manifestador (1879), de madera sobredorada y de enormes proporciones, apoyado sobre columna marmórea, y el altar (1880), con la gruesa mesa o mensa y un antipendio formado por tres espacios cuadrados que alojan bustos angélicos enmarcados por columnas. La iglesia de estilo neogótico (1879) es un espacio de tres naves subdividido por doce columnas de hierro colado, desmesuradamente esbeltas, y ornamentada toda ella con decoración floral geometrizada: recuerda a la capilla del palacio episcopal de Astorga (León), encargada por el obispo Joan Bta. Grau Vallespinós a Gaudí, protector del arquitecto cuando era canónigo y vicario general del arzobispado de Tarragona. Dispone también de coro y camarín, donde, en el tambor de la bóveda, se pueden observar los arcos de catenaria gaudinianos rodeando repertorios pictóricos. Se desconoce su autor, si bien no hay duda de que Gaudí pudo intervenir. Con los estragos de la Guerra Civil (1936 - 1939), el templo fue profanado y desaparecieron la primitiva imagen de la Virgen, el sagrario, la extraordinaria sillería conventual, también de Gaudí, y el manifestador: el actual es una réplica exacta realizada por Ferran de Castellarnau.
Horario de culto: 19.00 h; domingos y festivos, 12.30 h |