El arquitecto tarraconense Ramon Salas i Ricomà erigió su propia casa en 1907 usando códigos que categorizaron a los modernistas, como por ejemplo el dibujo de elementos historicistas. La casa, de planta baja y tres alturas, es rinconera: tiene sillares almohadillados tallados de manera que proporcionan un volumen especial a los dos muros. Una tribuna rinconera separa y une el ángulo de las paredes y, a la vez, indica cuál era el piso principal del edificio. A medida que los pisos adquirían altura, sus ventanales y sus molduras disminuían y cambiaban de presentación. El cerramiento de la fachada resulta más imaginativo gracias a los pináculos que rompen su horizontalidad.
(vista exterior)
Rambla Nova, 25